Saint Martin: un caribe diferente

Con el mundo que estamos viviendo hoy en día, con pandemias, guerras, desordenes, alteraciones de todo tipo, cambio climático y nos quedamos cortos enumerando realidades; encontrar un rincón en el mundo de tranquilidad, naturaleza, seguridad y donde disfrutar, si es posible.

En Dotnews.info miramos en la completa red de destinos de Copa Airlines en el caribe, encontramos una isla menos conocida pero no menos paradisiaca y partimos a explorarla, ¡Saint Martin!

Los vuelos internacionales llegan al aeropuerto Juliana, ubicado en el lado holandés de la isla. Es muy famoso por estar ubicado junto a la hermosa playa llamada Maho Beach, popular entre los viajeros por la experiencia de estar muy cerca de los aviones al aterrizar y al despegar, una entretenida y diferente experiencia, que de seguro lo dejará bien despeinado.

Aquí mismo aterrizamos para comenzar nuestra aventura, luego de un confortable vuelo, y lo primero que pudimos percibir fuerte y claro es la amabilidad y excelente predisposición de su gente para hacer sentir bien a los visitantes. El idioma no es un problema, ya sea en inglés, francés o bien español, en todo momento es posible comunicarse.

Nuestro primer hogar fue el Orient Beach Hotel ubicado en Orient Bay, del lado francés, una de las playas más espectaculares del caribe. Cinco kilómetros de arena blanca de coral, protegida en parte por un arrecife de coral y las islas de reserva marina. Los vientos alisios constantes dan enfriamiento y la acción de las ondas de luz proporcionan excelentes condiciones de natación.

Un complejo naturista se encuentra hacia el extremo sur de la playa. Se proporcionan sillas de playa, sombrillas y privilegios de firma que son de cortesía en la mayoría de los restaurantes de playa. Es posible además practicar deportes acuáticos como jet ski, flyboard, parasail, tubing y banana boat.

Pero además de este establecimiento, los viajeros podrán encontrar infinidad de opciones, para todos los gustos y precios en ambos lados de la isla, donde descansar y disfrutar.

Por la zona hay un sector denominado Place Du Village con varios restaurantes, bares, en una especie de pequeño boulevard con mucho ambiente, música en vivo y entretenido. Si tanto mar le cansa, puede hacer una pausa y visitar Loterie Farm, una hermosa reserva ecológica donde hacer trekking por espectaculares senderos sin dejar de gozar una piscina natural. Aquí es posible probar un restaurante con vistas a la naturaleza que rodean el lugar como imponente marco.

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En esta isla no todo son playas, aunque son el plato fuerte, también es posible encontrar lugares históricos como por ejemplo Fort Louis, un fuerte que cumplió rol de defensa de la misma, actualmente un mirador que le premiara con vistas privilegiadas de la isla en trescientos sesenta grados.

Una invisible línea

Es curioso el límite fronterizo de la isla, cabe recordar que de un lado es francés y del otro holandés, donde se puede pasar una y otra vez la frontera sin siquiera darse cuenta. Igualmente, como recordatorio existe una imagen, un monumento en el límite entre ambos lados. Hasta puede tomarse una foto con un pie en Francia y el otro en Holanda. Esto nos recuerda comentarle que cada lado tiene su personalidad, su propia administración pública, voltaje y hasta tipos de enchufes; todo un ejemplo de convivencia en paz, que falta nos hace hoy en día en este atribulado, golpeado y maltratado mundo.

Qué hacer cerca de la isla 

Si busca más paz aún y pacificas playas está Pinel, una isla no habitada a la que es posible acceder en una pequeña travesía en lancha. Es muy pequeña, haciéndola doblemente especial. Su playa es muy tranquila y podrá satisfacer su lado sibarita en un restaurant que está situado en este lugar. Podrá experimentar mucha paz aquí y de calidad, porqué es una zona muy tranquila solo pudiendo ser disfrutada durante el día. Pinel no cuenta con hospedajes de ningún tipo.

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Otra opción es la isla de Saint Barth o San Bartolomé, a la que se puede llegar en un barco que lo llevará en unos 45 minutos aproximadamente. En cuanto llegue aquí podrá observar que es un lugar para disfrutar con más lujo. Cuenta con puerto de yates y una acogedora calle colmada de tiendas muy exclusivas de diseñador.

Existen gran variedad de hoteles, en su mayoría muy lujosos con habitaciones hermosas y piscinas con vistas infinitas. Cabe mencionar que para visitar Saint Barth se debe hacer el proceso de migración, siendo éste muy fácil y práctico. Sus playas también son muy hermosas. Destacando Nikky Beach, por su mar tranquilo y la especial energía del lugar.

Otra es Shell Beach, pequeña playa que en lugar de arena está formada completamente por conchas pequeñas pulidas por el agua. Es bonito para ver, sentir y disfrutar.  Resumimos Saint Barth como playas muy tranquilas, lujo y sofisticación. Complementa para hacer una escapada desde Saint Martin.

Nos vamos al lado holandés

Siguiendo esta fascinante aventura nos movemos desde el lado francés al lado holandés de la isla y nos podemos alojar por ejemplo en el Oyster Bay Beach Resort, con habitaciones de muchos tipos y tamaños. Parece un pequeño barrio con supermercado y tiendas de suvenires entre sus calles. Si bien el hotel no cuenta con acceso directo a playa, tiene una gran piscina que termina junto al mar donde rompen las olas en las rocas, haciéndola diferente.

Del lado holandés es posible encontrar Rain Forest Adventure, entretenido parque donde también se puede visitar un museo narrando la historia de los esclavos del lugar y donde como complemento se puede disfrutar de lanzarte en tirolesa. Llegar al punto desde donde se puede lanzar es otro atractivo en sí, un lindo paseo en telesilla que dura más de treinta minutos. En la cima déjese cautivar por la vista panorámica en trescientos sesenta grados desde pintorescos miradores. Es el lugar perfecto para los adictos a la adrenalina.

Otro tip para no perderse es un sitio histórico en el lado holandés, el Fort Amsterdam que fue utilizado también como defensa de la isla y donde aún hoy se encuentran los cañones utilizados en la época. La vista aquí es también impactante y donde observar el intenso color turquesa del agua puede robarle el aliento.

A medida que recorra lugares de la isla podrá ir conociendo un poco de su historia. Encontrando indicaciones de datos que avalan la importancia del sitio que está visitando. Además, en sus calles encontrará múltiples monumentos y estatuas que representan personajes históricos y populares del lugar.

Esta isla recibe diversos cruceros durante todo el año, fluctuando de tres a cuatro por semana en temporada baja y pudiendo llegar a recibir hasta treinta cruceros por semana entre noviembre y abril en temporada alta, una manera de visitar la isla, pero que no le será suficiente para verla, gozarla y sentir todo lo que la isla puede brindar, le recomendamos viajar y al menos quedarse una semana por lo menos.

Pese a ser una isla pequeña, es muy factible percibir cuando se está de uno u otro lado, siendo el lado holandés con mayor oferta nocturna, donde encontrará clubes, restaurantes de estilo más casual, algunos con show en vivo e incluso clubes nocturnos.

Teniendo en cuenta el tamaño de la isla es perfectamente posible disfrutar la vida de una y la paz del otro lado, estando siempre a ambos lados a la vez por su cercanía. Y hablando de lados, es curioso que por su posición geográfica una parte de la costa da al Atlántico y la otra al mar Caribe. Haciendo que este destino cuente con playas de arenas blancas, mar de colores turquesa y tranquilidad, logrando sea un caribe diferente.

Copas, sabores y gastronomía

Se sabe que Saint Martin posee una de las cocinas más exquisitas del Caribe y sin duda es así, lo hemos comprobado. Con platos deliciosos de cuidada presentación contando con un alto nivel. Para los veganos, todos los sitios cuentan con opciones veganas en sus menús, buenos tragos y postres. Si hay algo que no le faltará opciones es qué y donde comer, la oferta gastronómica será un tour en si para vivir durante su visita a este paraíso terrenal.

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Los chefs de los grandes restaurantes combinan las tradiciones y las riquezas locales con su experiencia gastronómica. Mezcla de las diversas influencias que San Martín ha ido conociendo a lo largo de los siglos, la cocina francesa con sabores caribeños es la especialidad de la isla. Esta cocina mestiza de San Martín le sorprenderá y despertará todos sus sentidos. Le encantará la sutil mezcla de sabores, las delicias especiadas, el achiote, los chayotes, el pescado, las langostas y los crustáceos. Una cocina llena de sol, como la definen los mismos isleños.

La oferta hotelera es muy amplia y en general de excelente calidad, variando desde lugares en los que puede hospedarse desde cuatrocientos dólares la noche hasta las exclusivas Villas que pueden llegar a costar catorce mil dólares por semana. En todas encontrará excelente servicio y calidad en su tipo.

Su gente alegre es un vital complemento para que Saint Martin conforme un lugar especial en todo aspecto, haciendo que sus visitantes se sientan especiales. La atención en cualquier lugar es remarcable y las personas son siempre amables, encantadoras y dispuestas a ayudarle.

El caribe con fuerte acento europeo, un caribe diferente, que debe visitar y seguro regresará. Así nos quedamos en Dotnews.info, con muchas ganas de volver.

Hasta pronto Saint Martin.