ObservaTur: 2023, el año de la consolidación

Si en el anterior informe Observatur ya decía que estaba a punto de consolidarse la recuperación de la industria del turismo y los viajes, en este nuevo estudio agentes de viajes y expertos reafirman en esta nueva edición aquella constatación a partir de los datos que se han registrado en el año 2023, que rozan y en ciertos casos superan las cifras previas a la emergencia sanitaria.

En opinión de estos mismos protagonistas el turismo, a lo largo de 2024, tomará un nuevo impulso y seguirá siendo, si nada lo impide, el ‘motor’ de la economía española, en términos de riqueza nacional y creación de puestos de trabajo.

Por otra parte, se lleva muchos meses esperando, que cierra uno de los periodos más convulsos e intensos de la historia de este sector y —es probable— de nuestras vidas.

Un periodo en el que el Observatorio Nacional del Turismo Emisor, ObservaTUR, además de registrar todos los acontecimientos ocurridos en los últimos 5 años, y analizar cómo han cambiado las pautas y hábitos viajeros de los españoles, se ha afianzado como espacio de referencia del conocimiento de esta importante actividad, gracias al apoyo de sus patronos, interesados en contribuir a su desarrollo y poner esas ideas a su servicio.

Así, entre otros muchos aspectos, los estudios de ObservaTUR han ido testando la evolución de la concienciación de los viajeros en materia de sostenibilidad, el aumento del interés por las experiencias en destino, la demanda creciente en lo relativo a la personalización de los viajes, la implicación progresiva del cliente en su organización y la aparición emergente de un nuevo tipo de cliente más digital, tecnológico e informado. Información, a ser posible en tiempo real, como se solicitaba en alguno de los últimos informes.

Y todo ello desde un enfoque multi segmento, sin duda uno de los grandes valores de este instrumento de seguimiento y análisis, integrado a día de hoy por empresas líderes de este ecosistema, como son Amadeus, AON, Beroni, Carrefour Viajes, IAG7/Airmet, Iberia, ILUNION Hotels, Iryo, MundiPlan, ReiniziaT y la Asociación Nacional de Agencias de Viaje (UNAV).

Valores que se ponen de manifiesto más si cabe en este informe de invierno español.

En la primera parte, el estudio recoge los testimonios de los profesionales de las agencias de viajes nacionales en torno a varios apartados: expectativas, contexto económico, previsiones de facturación, sentimientos ante los viajes, amenazas, tendencias, entre otros temas, sistematizados a partir de un cuestionario que ha sido remitido a un marco poblacional de 5.000 agencias.

igualmente, incluye la opinión de los expertos de ObservaTUR, quienes además de hacer balance del año, ofrecen su visión acerca de su desarrollo, tanto en lo que concierne a su propio ámbito de actividad como al conjunto del sector. Todo esto ha servido para profundizar mejor en la realidad de la actividad.

Agencias y expertos coinciden en señalar el clima de bonanza que vive el sector, que es extensivo —aseguran— al conjunto de segmentos y sub segmentos de la industria, que rozarían ya los números de 2019.

En los últimos seis meses se percibe una evolución favorable del sector turístico en España, de las agencias de viaje y de la propia agencia; es más, todos estos aspectos se muestran con resultados muy positivos, más que ninguno de los anteriores semestres analizados.

Para el próximo semestre, las expectativas que las agencias tienen sobre el turismo también crecen; la marcha de la economía española, en cambio, se refleja en las tablas en negativo, aunque mejora respecto al año anterior.

Se irradia satisfacción y se piensa que no sólo se ha remontado una coyuntura económica difícil, a causa de una crisis nunca antes conocida, sino que en 2023 se ha consolidado ya la recuperación y que, por momentos, está tomando impulso, a veces “frenético”.

De hecho, se considera que el turismo seguirá siendo el ‘motor’ de la economía española en 2024, en términos de creación de riqueza y creación de puestos de trabajo, gracias sobre todo a los deseos de viajar de las personas y a la ‘reapertura’ definitiva del mundo.

El principal riesgo percibido por las agencias de viajes para los próximos meses es el aumento de los precios, dado que es catalogado como una amenaza por el 82% de los profesionales consultados.

El problema de la masificación turística es únicamente advertido como tal por un 16 por ciento de los profesionales del canal, y la mitad de estos, por añadidura, considera que es necesario y urgente que se tomen medidas.

En un panorama tan propicio como el que se dibuja, las agencias esperan aumentar su facturación y una buena parte de ellas —incluso— incrementar sus plantillas.

Comparando con el año previo a la pandemia, el 64% de las agencias estiman que su facturación será claramente superior en 2023.

Según las proyecciones de las agencias en términos de empleo, las perspectivas para 2024 se mantienen estables para el 54% de estas, y no prevén cambios en la estructura de su plantilla.

Un 29%, en cambio, sí planea incrementar su número. Un 17%, además, declara que, aun planteándoselo, piensa que no podrá aumentar sus trabajadores por la dificultad para encontrar personal cualificado.

¿Qué inquieta al mercado?

A pesar de este panorama de prosperidad, y a causa de la cautela que desde 2020 siempre se esgrime en las predicciones, no se oculta cierta inquietud.

Inquietud que va más allá del aspecto económico citado, como consecuencia de la subida de los precios, la pérdida de poder adquisitivo de los clientes o el aumento de los costes.

Preocupa asimismo a los actores que han intervenido en el informe el tema geopolítico, en particular los conflictos de Ucrania y de Oriente Medio y, en mucha menor medida, la política doméstica.

Expertos también apuntan otro factor de incertidumbre, como serían las dudas acerca de la dificultad de sostener de manera prolongada en el tiempo el ritmo de crecimiento de los últimos meses, como también han señalado algunos analistas financieros.

Retos y desafíos de futuro

En sus reflexiones, por otra parte, los patronos de ObservaTUR plantean una serie de retos pendientes sobre los cuales se habría de avanzar en el año 2024, entre los que citan: la mejora de la colaboración público privada, la corrección de la estacionalidad, la profundización en la digitalización, o la armonización de las relaciones entre los turistas y los locales, como una de las claves del desarrollo sostenible del turismo.

A propósito del futuro de las agencias, es unánime el criterio de que, tras la pandemia, este canal ha reforzado su papel. Es más, se sigue pensando que su trabajo es “vital”. Por varias razones, se dice, entre ellas por su capacidad para la personalización de los viajes, por la seguridad y garantías que proporcionan y por su conocimiento de los clientes y los destinos. En un momento, además, en el que los viajes cada vez resultan más complejos.

Respecto a los servicios de futuro, se advierte una destacada potencialidad en la compra de experiencias y actividades en el destino, superando incluso a la contratación de seguros que a día de hoy sigue teniendo un fuerte desarrollo y al alquiler de vehículos, que consolida su protagonismo tanto en la coyuntura actual como a medio plazo. 
La inteligencia artificial (IA) ocupará igualmente un papel preponderante en el futuro. Y no únicamente porque los clientes sean cada vez más tecnológicos, sino por todas las oportunidades que la IA puede llegar a ofrecer como complemento a los rasgos que han caracterizado a los profesionales de las agencias: cercanía, valor humano, garantías, atención 23-7-365, diferenciación entre varios aspectos.

Tendencias de Futuro

Respecto a las tendencias de futuro, los analistas de ObservaTUR apuntan en varias direcciones:

• ‣ Clima de optimismo y crecimiento, todos los segmentos y sub segmentos crecerán exponencialmente, en particular aquellos relacionados con el turismo experiencial.
• ‣ De este modo, ganan modalidades tales como el turismo cultural, el deportivo, de salud o el enogastronómico.
• ‣ Habrá una mayor demanda de diversificación de productos turísticos.
• ‣ En la vertiente vacacional, se anticipan estancias más cortas, pero más repetidas, experiencias en grupos reducidos y la consolidación de la contratación de seguros y servicios cada vez más adaptados a las demandas del mercado.
• ‣ Se han identificado nuevos cambios en el comportamiento de los clientes, más allá de su componente cada vez más tecnológico, informado y exigente.
• ‣ En el vacacional se subraya sobre todo su implicación cada vez más directa en la confección de los viajes. Así, el cliente será quien marque el diseño de la oferta y obligará a actuar en plazos muy cortos de tiempo para anticipar sus necesidades.
• ‣ En la esfera del corporativo, las políticas de «trabajo desde cualquier lugar» estarían influyendo en las llegadas fuera de temporada, así como en la decisión de muchos viajeros corporativos de prolongar su estancia durante el fin de semana.
• ‣ En paralelo a un panorama próspero como el que se dibuja, y por el incremento de la conciencia sostenible, habría un aumento en la demanda de viajes de trenes alta velocidad.
• ‣ Se da prácticamente por restablecido el turismo de negocios y el MICE, con cifras que están ya próximas a las que se daban antes de la pandemia, y, lo mejor, anticipan un año 2024 con calendarios rebosantes de citas y convocatorias, dada la anticipación que requiere este capítulo. 
Este hecho, además, en coherencia con lo dicho unas líneas antes, permite conocer que habrá una extensión de los viajes más allá de los propios eventos, lo que hace presuponer un auge del ‘bleisure travel’.
• ‣ Así en estas líneas hacemos un pincelazo de este estudio, pero es posible leer más y profundizar en los completos estudios de ObservaTUR visitando su web, o solicitando el informe completo.