Navegando curiosidades etéreas en el Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU

“Mi obsesión” dice el artista cubano Carlos Estévez, “es observar los dos mundos: el mundo interior de la naturaleza humana y el universo invisible, espiritual que nos rodea”.

Por partes iguales científico, filósofo y alquimista visual, Carlos Estévez abrió sus puertas a la vitrina de curiosidades que examina la relación entre la humanidad y el universo en el Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU, afiliado al Smithsonian en Miami (haciendo su debut en un museo de Florida exhibiendo por sí solo).

Su misión artística proviene de una búsqueda filosófica y está inspirada en tradiciones del ocultismo como la alquimia. Al centro de esta exposición está la versión mística de objetos con aparentes poderes trascendentales en el mundo.

La exposición permaneció  desde el 12 de septiembre hasta el 3 de enero, entrada gratis, Carlos Estévez: Viajero Celestial fue una de las exposiciones ofrecidas por el museo durante la temporada de Art Basel. Comprendiendo más de 185 metros cuadrados, la exposición abarca 20 años de la trayectoria del artista con 35 obras (muchas exhibidas por primera vez), que incluyen esculturas de materiales mixtos, montajes, instalaciones y obras en papel.

Foto: Cortesía

Mosaic Mural, 711 Third Avenue, New Yorl, 1956 (detail) by Hans HofmannEl nombre Viajero Celestial se refiere a la pieza central de la exposición, un cometa (un papalote) representando la búsqueda de los sueños mientras de desplaza entre vivencias palpables aquí en la tierra y experiencias místicas por el mundo etéreo.

Esta obra, cortesía de la colección Valdés-Fauli/Boren, sirve como una metáfora de la exposición y la perspectiva del artista de la naturaleza efímera de la vida.

“Ya era hora de que la obra de este artista fuera exhibida en un museo de la Florida, por lo tanto nos complace enormemente tener a Carlos Estévez: Viajero Celestial en nuestras galerías”, dijo la directora del museo la Dra. Jordana Pomeroy.

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“Felizmente, su obra desafía cualquier clasificación y más bien forma parte del antiguo dialogo sobre el papel del artista como conducto espiritual y es un punto de enfoque capaz de iluminar nuestra vida cotidiana”.

Estévez es conocido por sus representaciones visuales de metáforas que reflejan las preguntas filosóficas fundamentales de la humanidad sobre los misterios de la vida.

La obra de Estévez comprende muchos periodos históricos y un amplio conjunto de conocimientos humanos de otras eras, su estudio de los fundamentos de la alquimia y las filosofías transformacionales, también incluye antropología, existencialismo, códigos medievales, filosofía renacentista, cultura popular, y colecciones enciclopédicas de objetos y conocimientos.

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Su personificación del mito y la realidad, y su uso de fabulas antropológicas han resultado en comparaciones de su obra con la de otros artistas cubanos como Juan Francisco Elso y Wifredo Lam.

“Viajero Celestial es la muestra más personal de Estévez,” dijo Klaudio Rodríguez, comisario del Frost Art Museum FIU. “La mayoría de las piezas nunca han sido exhibidas hasta ahora, incluyendo obras de su colección personal que el artista le ha regalado a su esposa e hijo, piezas que ha conservado para crear un patrimonio”.

“Esta es la primera vez que se le proporciona a Estévez el espacio suficiente para exponer importantísimas piezas, montajes, instalaciones y series completas. Su trabajo posee un sentido de curiosidad profundo, basado en búsqueda y descubrimiento”, añada Rodriguez.

Una instalación titulada Botellas al Mar que forma parte de esta exposición y hizo su debut en la Bienal de La Habana en 2000 pero en esta ocasión será exhibida en su totalidad. Es un tributo a El Malecón, el muro de 8 kilómetros que bordea las costas de La Habana.

La instalación incluye botellas, 82 dibujos, manuscritos iluminados con texto e imágenes provenientes del cuaderno del artista, fotos y mapas con alfileres cuyo significado es la localidad anterior de las botellas, y un video que documenta el lanzamiento de las botellas al mar.

“Para mi,” dice Estévez, “el arte es una manera de entender la vida, un instrumento con un valor incalculable para explorar el mundo en el que yo vivo y el mundo que vive dentro de mi”.

Estévez comenzó sus estudios como pintor pero más tarde se inclinó hacia la escultura ya que aprendió a ver la creación del arte como un proceso de materia y materiales.

Nació en La Habana, Cuba, en 1969 y ha vivido y trabajado en Miami desde 2004. Estudió arte en Cuba, en la Academia San Alejandro y después en el Instituto Superior de Artes (ISA) ambos en La Habana.